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Agradecer a Salvador Hernández su ayuda en la configuración de este blog. Gracias Salva.



martes, 19 de abril de 2011

Iroite por Tállara y Guiende.

DATOS TÉCNICOS:
Longitud: 7,93 Kms.
Altitud: 676 Mtrs.
Desnivel: 615 Mtsr.
Coef. APM: 164
Desnivel Medio: 7,76%

Una nueva vertiente para subir a Iroite, la quinta, pero por dureza la segunda más fuerte, solo por detrás de la vertiente de Pomardorío.
El inicio de esta ascensión al pico más alto de la sierra del Barbanza se encuentra poquito antes de entrar en el lugar de Tállara, a mano derecha según se viene de Noia en dirección a Boiro. Se reconoce rápido, ya que los primeros metros son de hormigón, y el ancho de la calzada es notable.

Comienzo de la subida.


Este primer tramo está un poco descarnado, pero para subir no ofrecerá ningún problema, y con esquivar algún socavón que hay en medio de la calzada provocado por los camiones que bajan de las canteras, que dentro de nada van a convertir a Iroite en una pequeña loma al ritmo que están sacando piedra, no pasaremos mayores apuros.
En esta ocasión, la escalada a Iroite va a contar con varios tipos de suelo. Esos primeros metros de hormigón que se ven en la anterior fotografía, darán paso a una calzada ancha, con un asfalto en estado aceptable. Tras el cruce que deja la cantera a nuestra derecha, la calzada se estrecha un poco pero la calidad del asfalto mejora. Luego, y tras una bella curva de vaguada, deberemos realizar un giro hacia la derecha, donde las rampas serán muy duras, a lo que hay que sumar el agravante de algo de gravilla suelta y en las dos herraduras, la gravilla pasan a ser piedras que habrá que esquivar.
Cuando lleguemos a la aldea de Guiende, debemos realizar un nuevo giro a la derecha, para seguir subiendo más que nada, y la calzada se estrechará hasta la siguiente curva de herradura, donde, tras negociarla, el asfalto desaparece y se convierte en gravilla suelta (tramo representado en la gráfica con un verde grisáceo), que poco a poco el paso de algún vehículo va compactando y dejando unas roderas por la que nos será más fácil avanzar.
Unos 800 metros después la gravilla, desaparece y da paso a una pista de tierra, que está bastante bien compactada (tramo representado en la gráfica de color marrón). La zona de tierra es de 500 metros escasos, pero que cuenta con una herradura. Tras el tramo de tierra, esta subida coincidirá con la vertiente que viene de Camboño, por lo que ahora la calzada será de asfalto rugoso, hasta llegar a Campedulla, donde se une a la vertiente de Moimenta y desde aquí hasta el alto, el ancho de la calzada será de unos 5-6 metros, perfecto estado, señalización vertical y horizontal y mucha sombra.
 
Primera curva de herradura.

Pues como íbamos comentando, el comienzo es una dura rampa hormigonada, que cuando pasa a ser asfalto, el desnivel no solo no desciende, sino que tras dejar a nuestra izquierda el cementerio parroquial y una pequeña carretera que nos llevaría a la parte alta de Tállara, el porcentaje aumenta levemente hasta que lleguemos a la primera curva de herradura de todas las que afrontaremos en esta ascensión.
Una vez dejada atrás la herradura, las rampas aflojarán un poco, pero no será bueno cebarnos aquí, teniendo en cuenta lo que nos vamos a encontrar después.
Durante toda la ascensión, el tráfico es inexistente, de vez en cuando algún vehículo que venga o se dirija a las pequeñas aldeas de Guiende, Pascual o Barreira, y en los días de semana algún camión de la cantera. Es fácil que podamos afrontarla entera sin cruzarnos con ningún vehículo a motor.
Parte previa al cruce hacia la cantera.

Cuando hallamos dejado a nuestra derecha un cruce, que nos llevaría hasta la cantera, vendrá una zona que si podremos considerar de descanso, no muy larga, pero que sí deberemos aprovechar para tomar fuerzas, porque tras dejar atrás una bonita curva de vaguada para cruzar el Rego do Codorneiroso, vendrá lo más duro de toda la empresa en la que nos hemos embarcado.
Curva de vaguada con cruceiro a su entrada.
Lugar donde debremos girar a la derecha. Al fondo la curva de vaguada anterior.
Desde la curva de vaguada al giro hay escasos 50 metros. Es bueno que llevemos seleccionado un desarrollo adecuado ante el riesgo de que nos quedemos clavados tras el giro. Aunque en la foto anterior no se aprecie muy bien, hay bastantes piedras, pero son perfectamente esquivables.
Dos herraduras muy seguidas nos harán ganar altura rapidamente. Ambas tienen un porcentaje elevado por su parte interior, por lo que es recomendable tomarlas lo más abiertas posible. A continuación dos imágenes de dichas herraduras.

Herradura hacia la izquierda.

Desde esta herradura se ve la anterior.
En la segunda de las fotos de las herraduras, si se amplía, se ven mejor las piedras sueltas en medio de la calzada, y tras la curva que se ve al fondo a la izquierda, vendrá un pequeño falso llano que nos dejará en la parte alta de Guiende, y donde nosotros deberemos de girar a la derecha para seguir ganando altura.
Falso llano antes de entrar en Guiende.
Medio giro a la derecha, medio curva de herradura en Guiende.
Al poco de dejar atrás la pequeña aldea lousamiana de Guiende, llegaremos a una nueva curva herradura donde cambiaremos el asfalto por la gravilla suelta, pero se puede subir bien, evitando ponerse de pie sobre la bici todo lo que se pueda, no debiéramos tener mayores problemar para seguir avanzando.
Curva de herradura. A la derecha se aprecia el inicio del tramo de gravilla.
Así puede asustar un poco, pero no es para tanto.
Durante el tramo de gravilla, deberemos afrontar dos curvas de herradura, que puede ser donde más problemas tengamos a la hora de mantener la tracción, especialmente en la segunda, pero aprovechando las roderas dejadas por los vehículos, tractores en su mayoría,  podremos pasarlas sin mayores problemas que el propio desnivel de las curvas.
Primera curva de herradura del tramo de gravilla

Recta de gravilla con un desnivel que alcanza el 12,5%

Segunda de las herraduras de gravilla.
300 metros después de haber negociado esa herradura, abandonaremos la gravilla para pasar a pedalear sobre una pista de tierra, perfectamente compactada, y que tan solo nos puede ofrecer algún problemilla en la herradura de este tramo por las piedras que se van acumulando allí. Dicha herradura, está pocos metros después de entrar en la zona de sterrato, apenas a 50 metros.
Abandonamos la gravilla y pasamos al sterrato.

Herradura en la parte de zahorra.
Poco después de esta herradura, hay otra curva que no la consideré como de herradura al ser esta muy abierta. La curva en cuestión de la que hablo será la antesala de un nuevo y definitivo tramo de asfalto. Rugoso en primer término para casi un kilómetro después llegar a una carretera que nos parecerá una autopista tras haber pasado por donde hemos pasado.
Al fondo momento en el que nos unimos a la vertiente que viene de Camboño.
Desde este punto ya está comentado en anteriores entradas, pero decir en plan recordatorio que un primer kilómetro la calzada será estrecha y con un asfalto algo deteriorado, pero después de lo que hemos atravesado...
De nuevo asfalto y comienzo de la zona de sombras.
Los últimos tres kilómetros serán muy llevaderos, ya que la pendiente afloja considerablemente y la calidad de la carretera será inmejorable.
Zona de Casamea.

Últimos metros antes de coronar.
En resumen, una subida muy interesante, en la que combinamos todo tipo de asfaltos y de desniveles, que nos adentra un poco en el Barbanza profundo. Ascensión donde el tráfico no será un obstáculo, y quizás la mayor pega la podamos encontrar en la parte de tierra si llovió recientemente, pero es ideal para cuando queramos afrontar una ascensión diferente a lo que se suele hacer a lomos de una flaca. Yo las veces que la he subido disfruté mucho, digamos que se sale de la norma general y eso a mi me mola bastante.
Mapa de por donde transcurre la subida.
La subida sobre Google Earth.

2 comentarios:

  1. Bonita subida, Marce. Lástima de esos metros en tierra, aunque vistas las fotos, está mejor el tramo de tierra que el de gravilla.

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  2. Hola Salva. Gracias por tu comentario. La verdad es que por aquí hay carreteras en peor estado que esos tramos de gravilla y de tierra. Para subir no dan ningún problema. Ahora, en bajada ya sería otro cantar.

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E dis de subir ata alá arriba?
E ti sei que me fodes!