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Agradecer a Salvador Hernández su ayuda en la configuración de este blog. Gracias Salva.



martes, 28 de octubre de 2014

GORA TXINDOKI!!!

Foto sacada de la wikipedia
Impresionante mole
Pues si!!! Ese pico de la imagen que parece inacesible si no es encordándose subimos un grupo de valientes expedicionarios este fin de semana. El impresionante Txindoki, o Larrunarri o Ñañarri, es conocido también como el Cervino vasco por su aspecto tan espectacular y parecido a esa montaña tan emblemática. Una vez arriba, me di cuenta porque Mari, esa diosa de la mitología vasca, y reina de la naturaleza, la escogió como uno de sus lugares de residencia.
La aventura se inició hace ya varios meses, y la verdad es que el el plato principal del finde era poder cenar en Casa Etxeberri en Goldaratz. Sino lo conocéis... estáis tardando en ir.
Luego había que hacer alguna actividad paralela para aprovechar el fin de semana y que mejor que subir algún monte, y ya puestos, pues algo de renombre.
Pues llegamos en dos tandas a Goldaratz, primero los de la vía pucelana, y luego la vía madrileña. Al bajar del coche, el aroma que sale de dentro, hace que vayamos a cenar enseguida, que además ya teníamos la mesa puesta, ya descargaríamos las cosas del coche después....
El menú consisitió en, así, sin pedir nada, ya nos servían ellos... Espárragos, txistorra, morcilla,  jamoncito, bacalao desmigao, cochinillo, impresionantes chuletones, queso con membrillo, café de puchero y patxarán casero... Joder, a ver quien duerme ahora con todo eso en el buche.
Bueno, pues al final se durmió lo suficiente como para encarar el Txindoki con ganas.
Listos para zarpar
Suena el despertador el sábado, bajamos a desayunar a Irurtzun y ala, carretera. Llegamos a Larraitz, desde donde iniciaríamos la ascensión por el puerto de Lizarrusti, puerto precioso para ir con la bici, sobretodo por el lado guipuzcoano.
Al girar hacia Larraitz en Ordizia ya vemos el montañón. Buffff, yo casi que os espero abajo chicos.
Llegamos ya por fin al parking que hay allí junto al Santuario y aquello está petado de coches. Incluso una pareja de novios haciéndose fotos, que yo al principio pensé que era la nueva línea de ropa de montaña de Ternua... Ya decía yo que era muy atrevida... El novio se quedó con ganas de subir a la cima, pero... 
Viendo tantos coches, tanta gente que se animaba a subir digo que lo mismo al llegar arriba nos encontramos con un gaiteiro, un tamborileiro y un pulpeiro, porque desde abajo parece tal cual el camino hacia una romería.
Bueno venga vamos allá. Empezamos con un poco de acción a lo Kill Bill.

Tras esta afrenta en la que Vanesa temió por su vida, la tía se tomó su merecida venganza, dejándonos al resto en evidencia. ¿Sabéis alguien si existen las botas de montaña con motor? Como una moto subió la niña.
La primera metedura de pata fue en la ropa que escojimos para la empresa, sobretodo yo. Uno cuando va a la montaña, en Euskadi, a finales de octubre, lo que menos piensa es que se va a achicharrar de calor. Bufff, que jodienda. Como si fuéramos de Burgos, subimos "una rebequita por si acaso"... Kagüen Zozt. En pantalón corto y tirantes teníamos que haber ido, y no habríamos sido los únicos, ni mucho menos.
La primera parte del camino no es difícil de encarar, pero ver la pared que tenemos casi pegada a nosotros da un poquito de impresión. Nosotros como para darle épica, pues vamos diciendo cosas del tipo "joder que duro va a ser...", "eso no lo subo yo ni de coña...", "vaya donde nos ha traído el puto Boirinho este..." cuando de repente vemos a dos niños con sus mochilas, que tendrían 4 ó 5 años ¡¡¡decididos a hacer cumbre!!! Claro, depués de esto pues nos pusimos a hablar de otras cosas más triviales como las tarjetas Black de Bankia, la Gürtel y los precios de los gasoleos..
Momento en el que damos alcance a los niños
AÚPA MUTILAK!!!
Bueno venga, que esto se pone serio y para arriba... Aúpa Mendizaleak!!!!
Llegamos a una parte de camino bastante empedrado y que va ganando altura bastante rápido, lo que hace que cada vez que nos giremos para atrás, nuestros horizontes vayan estando más lejanos, y mirando un poco hacia nuestra izquierda, cada vez vemos más imponente el cresterío del Txindoki.
Vane ganando altura con facilidad
Javi y Gema
Tras cruzar una cancela, andamos por una parte bastante fácil, y con bosque de repoblación a nuestra derecha. Ahora lo malo es el calor que hace, y en cuanto desaparece el arbolado ya pasa a ser agobiante. Otra vez volvemos a afrontar unas rampas algo durillas y llegamos a una fuente en la que casi se podía decir que había que sacar número para refrescarse.
Puffff, lo que nos queda todavía

Llegamos a un cartel en un cruce, del cual, a la izquierda sale una senda que sube directamente, a lo bruto hacia el Collado de Egurral. Ya pone que en días de lluvia, prohibido subir por el riesgo de caídas. Nosotros, aunque no llueva, vamos por la senda un poco más adecuada para nuestras facultades, o por lo menos las mías, aunque he de decir, haciendo justicia, que alguna iba muy, pero que muy sobrada. Pero vamos, ya me imagino como el fue el momento previo a la primera ascensión a la montaña por ese lado... Dos montañeros, y uno le dice al otro: "¿A qué no hay huevos a hacer una nueva senda todo recto por ahi? Y ya se sabe lo que pasa cuando se hace ese tipo de preguntas.
En el medio se ve la "senda salvaje"
Una vez más, volvemos a afrontar rampas de cierta entidad, y al hacer una especie de curva de herradura, me da la sensación de entrar en una especie de parque de cromlechs gigante. La verdad es que la sucesión de piedras es curiosa y con la luz del sol, brillan de una manera llamativa. Vamos caminando entre ellas quedando a nuestra izquierda el valle del Rio Oria con la localidad de Ordizia.
Pottoka
¿Vane se habrá enfaedado?
Después de ver a una familia de felices "Pottoka" (Caballo tipo poni en Euskadi), y poco después, junto a una txabola pastoril conocida como Zirigarate Goikoa, hicimos una breve parada para avituallarnos con unos frutos secos y el agua fresquita que salía de la fuente allá situada. Para mi fue como el maná caído del cielo. Si no es por esa fuente, tengo dudas de si podría haber hecho cumbre.
Vamos Gema!!!!!
Pues bien, en nada llegamos ya al Collado de Egurral, y lo que se nos presenta en frente da la sensación de que va a ser duro, eso sí, vamos a ganar altitud en un titá.
Los primeros metros de esta parte, sin duda la más dura de la ascensión hacen que yo ya me ponga a pensar en la bajada, pero lo cierto es que subimos bastante bien, sobretodo el Sputnik de Vanesa. Sin conocimiento.
En poco llegaremos arriba y ji ji ji, tengo yo el tabaco de Vane, así que estará arriba sin poder fumar!! Ala, corre!!!
Este Javi... Pero espera por tu chica!!!
Bueno, tampoco tuvo que esperar tanto. Eso sí, hacemos cima y por fin el sherpa Nino, o sea yo, descuelga la mochila donde llevábamos la mayoría de las provisiones y nos preparamos unos bocatas bien ganados a la vez que contemplamos las espectaculares vistas que hay desde esta cima. Flipante.






Dedicada a nuestra Pili Troterilla
Foto de grupo, dedicada a todos los Boniquejos!!!!
Tras los bocatas, fotos de rigor junto con la cruz que corona esta emblemática cumbre gipuzkoana, y poco a poco iniciamos el descenso, en que por variar un poco, decidimos hacerlo por la otra cara de la montaña, o sea, por la cascada de Muitze.Llegamos en poco tiempo de nuevo al Collado de Egurral y cojemos con dudas el nuevo sendero por el que decidimos descender. Más txabolas pastoriles, una nueva fuente para recargar agua y ala, para abajo. En la cascada de Muitze nos equivocamos al tomar el camino de descenso, ya que por lo visto, aquí se juntan dos PR, por supuesto con la misma señalización, y deberíamos haber pasado frente a la cascada y no haberla dejado a nuestra izquierda.

 
Descendemos

El descenso es bien chulo, vamos entre un bonito bosque, pero Vane es la primera que dice que algo no cuadra... La montaña se nos está quedando muy atrás, y teníamos que bajar más pegada a ella. De todas maneras, decidimos seguir, ya que dar vuelta nos iba a ser complicado por que la noche nos habría devorado sin compasión.
Javi Picapiedra!!





Imágenes del descenso
Poco más abajo nos cruzamos con otros excursionistas y les preguntamos por donde ir a Larraitz. Su cara ya nos dijo antes de que hablaran de que la habíamos cagado.
Se ofrecieron a que les acompañáramos hasta Amezketa y que luego nos llevaban desde allí en su coche hasta Larraitz. La verdad es que andando tampoco habríamos tardado mucho desde allí, ya que al final "solo" salimos a 2.7 kms de donde queríamos llegar, aún así... Eskerrik Asko Hilario y compañía. Gente muy maja, de Lekeitio que conocían al camarero del Lumentza donde Rakel, Iria, Amara y yo íbamos a cenar la semana que pasamos allí de vacaciones en agosto. Lo cojonudo fue cuando nos preguntan a nosotros que de donde somos y digo yo que de Boiro... "Ostia tu!!! De Boiro???!!! Conoces a Germán el del cámping de Barraña?? Bueno, me quedo "a velas vir". Si es que Boiro es la ostia, lo conocen en todos lados. Y también conocían ese restaurante junto a la playa yendo para Escarabote en el que se come tan bien... ¡¡¡El Don Paquito!!! Joder, que este ya es de la familia!!!! Que pequeño es el mundo y que grande es Boiro!!!
Bueno, pues llegamos a donde tenían el coche, y el bueno de Hilario nos lleva hasta Larraitz. Por supuesto le decimos que se tome un pote con nosotros, asi que... "garagardo bost, mesedez" (cinco cervezas, por favor) y fin de ruta. Charlamos un buen rato con Hilario, pero fallo no pedirle el teléfono para por si acaso algún día..., pero bueno, yo se que en el Lumentza, cuando vuelva a Lekeitio, me dirán de el.
Nos despedimos de él con un "mila esker" (mil gracias) y nosotros ponemos rumbo a Tolosa a pillar provisiones para la cena. Al arrancar un momento tenso con el coche, pero bueno, por suerte quedó en un susto, pero ya me veía corriendo cara a Amezketa para buscar otra vez a Hilario.

Recuperando fuerzas con el bueno de Hilario
Paramos en Tolosa y camino a Goldaratz para ducharnos, cenar y descansar, que nos lo hemos ganado, sobretodo yo, que llego acribillado de las "puñaladas" que me lanzaron mis compis de ascensión y descenso, sobretodo "colibrí".
Luego el domingo, como fin de fiesta, excursión a Leitza, bello pueblo donde grabaron buena parte de la película "Ocho Apellidos Vascos" y luego a Pamplona hemos de ir, donde mis colegas accedieron a ir a comer a la Soziedad gastronómica que tienen mis primos en la parte vieja de la ciudad. Gracias chicos!!!!
Además, comimos de fábula. Mira que a mi no me gusta el bacalao, pero ese día repetí del ajoarriero que mi primo Miguel hizo con todo mimo. Pero aparte unos pimienticos del Piquillo como nunca comiera hasta ese día, también preparados entre el y Josune. Y hubo más, pero es que solo de pensarlo me entra hambre. Bueno, que va siendo hora de recojer y nos vamos despidiendo poco a poco, besos y abrazos (que con mis primos, sobretodo con Pablo nos debemos muchos) y poco después, en un parking de la Rotxapea más besitos y abrazotes; que Gema y Javi pillan para Madrid y Vane y yo tomamos para Valladolid.
Buscando a Amaia en Leitza
Master Chef
Plato ganador!!!



Que fin de semana más cojonudo!!!! Graciñas, Grazas, Eskerrik Asko!!!!!

sábado, 18 de octubre de 2014

CINCUENTA CIMAS... DE BOIRI

Altimetría de la ruta
Seguro que muchos de los que echáis de vez en cuando una ojeada a este blog ya conocéis el reto CIMA. Una idea que salió hace unos años de los sesos de mi gerundense amigo Diego Agüero y que a través de la página altimetrias ha conseguido reunir a más de 1000 adeptos repartidos por toda la geografía española y parte del extranjero. Por si a alguno se le escapa todavía de que va este reto, le dejo el enlace a la página en la que se podrá informar de todo lo que precise saber. Es este: RETO CIMA
El caso es que por "problemas ajenos a esta cadena", solo llevaba hasta este sábado (11 oct) 49 CIMAs conseguidos. Viendo que el tiempo acompañaba, he aprovechado uno de mis innumerables viajes Valladolid-Boiro para meter en mi zurrón particular el 50. Una cifra tan redonda, necesitaba un CIMA de entidad, no cualquier cosa, y apunté con mi objetivo a uno que le tenía ganas desde hace tiempo. Gracias a internet, los aficionados al ciclismo tenemos conocimiento de puertos que antes ni nos imaginábamos que podían existir y así hemos llegado a tener constancia de la existencia de unos bicharracos que poco tienen que envidiar a puertos Tour o puertos Giro. En Galicia también han salido bicharracos de estos, pero el que escogí para ser mi CIMA 50 es de los de siempre, un viejo conocido por los cicloturistas gallegos y por otros que vienen allende nuestras fronteras; me estoy refiriendo al gigante Cabeza de Manzaneda. Seguramente no será el puerto más duro, pero es duro de aúpa; seguramente no será el más bonito, pero es bien chulo; simplemente es el grande de los puertos gallegos, el de siempre, es nuestro Tourmalet particular.
A pesar de todo esto que he puesto antes, yo aún no lo conocía, es más, ni siquiera conocía la zona; nunca me había introducido en el precioso valle que forma el río Bibei, ya que siempre al llegar  A Rúa, yo continuaba por  la N-120 pegado al Sil. Seré además de los pocos gallegos de la década de los 70 para acá, que no fue a la nieve con su colegio a esta humilde estación de ski.
Me acerqué con el coche hasta la población de Larouco, donde antes de disfrazarme de ciclista, di buena cuenta de una "barrita energética" en el bar de "O Xoto" que me diera las fuerzas suficientes para encarar el coloso ourensán.
Recuerda que pinchando sobre las fotos, puedas verlas mejor.
Lomo con queso. Un clásico
Una vez engullida la barrita, cafelito y venga, a ponerse manos a la obra. No sin antes ir al excusado. Un excusado de los de antes...
Por lo menos no son de los del "agujero"
Tras preguntar a cuanto estaba del Puente Bibei a la camarera, ya que no sabía exactamente a que distancia quedaba, decido acercarme hasta el alto da Hermida y salir desde allí, dejando el coche en un pequeño parking improvisado. Me cambio, monto la bici, y ala... a por el coloso.
Según voy bajando hacia Puente Bibei voy flipando un poco con el paisaje del encañonado valle del río y los bancales que hay, mayormente poblados por las cepas que dan las uvas de las que salen los caldos de la D.O. Valdeorras. También voy pensando si este pequeño alto que ahora desciendo no se me hará muy duro a la vuelta...
Por fin llego al bonito Puente Bibei, donde  se inicia la subida a Cabeza de Manzaneda. Paro para hacer unas fotos, y enseguida me pongo a escalar a la mole montañosa que se presenta ante mi, coronada por unas grandes antenas... ¡¡¡Qué lejos y altas se ven!!!
Puente Bibei
Primeras rampas
Las primeras rampas no son muy duras, la carretera es ancha pero sin arcén, aunque bastante agrietada y algo botosa. De momento nada de tráfico, si bien, en un kilómetro, en plena curva de herradura hacia la derecha, abandono este vial para dirigirme a la izquierda.

Imagen del cruce en el que tendremos que girar a la izquierda
Hecho el giro, el piso cambia completamente. Ahora pasamos a una pista bastante botosa, con gravilla suelta, que poco a poco irá desapareciendo según vayamos ganando altura, pero eso si, sin arcén ni señalización horizontal de ningún tipo; iremos pues, mi bici y yo, arrimados al cañón excavado por el Regato da Peneda disfrutando de unas espectaculares vistas de los bancales en los que se asientan los viñedos, con alguna bodega de corte moderno en la parte alta.
Los primeros metros de este vial serán en un corto descenso, hasta el acceso a la Estación Hidroeléctrica de Puente Bibei. Al fondo, cuando ya empezamos a subir, se ve recortando la montaña lo que sería el camino a una de esas bodegas... Voy rezando para que no tenga que ir yo por ahí, ya que la rampa que se ve es larguísima y muy, pero que muy inclinada.
Primeros metros por este nuevo vial. Al fondo el monte recortado por una pista que asusta por su desnivel
Guardaraíles a la antigua usanza
Vistas de los bancales desde la carretera
Subiendo, la tranquilidad es total, no se oye un solo ruído, y en los seis kilómetros que hay desde el anterior cruce hasta la población de Manzaneda, solo me adelantó un coche... no ví más señales de vida en todo ese tiempo. Y después aún menos.
Comienzan las curvas de herradura... ¡Bien!, como disfruto dándolas, sobretodo subiendo, bajando ya es otra cosa, pero también. De momento las rampas no son muy duras, y son bastantes mantenidas, tras negociar la primera de las herraduras, cambia la visión del paisaje, pero sigue siendo muy llamativo. Vemos también el cruce en la curva de herradura en la cual nos desviamos.
Zona boscosa tras la primera herradura

La calidad del asfalto sigue siendo un poco mala

El cruce en la herradura en el kilómetro 1 de ascensión y al fondo el pico Fieiro
Pronto llegará la segunda de las herraduras de este tramo de ascensión, fácil de negociar también, tras la cual aparecerán unas farolas que nos puede hacer pensar que llegamos a la localidad de Manzaneda, pero no es así, de momento solo llegamos a la Subestación Eléctrica, junto a la cual nos encontraremos con una nueva curva de herradura.
Subestación Eléctrica
Al poco de pasar esta subestación propiedad de Iberdrola, llegamos a la pequeña aldea de Seoane y casi sin solución de continuidad al Poblado donde estaban las casas de los trabajadores de la eléctrica. Sin apenas dar pedaladas, nos plantamos ya en la medieval villa de Manzaneda.
Llegando a Seoane
En Manzaneda, en el cruce que se ve en la siguiente fotografía, nos uniremos a la vertiente por la que subieron los pros en la Vuelta del 2011. Poco antes de llegar al cruce, habrá un indicador que pondrá hacia la izquierda para Vilariño de Conso,Viana do Bolo y A Gudiña, pero no hacia la estación de ski. Aún así, nosotros debemos girar hacia la izquierda.
Cruce en Manzaneda
En esta pequeña pero coqueta villa, no hay pérdida. Es seguir siempre hacia arriba, y al poco de salir de ella llegaremos a la aldea de Corredoira. Hay varios cruces, pero son muy intuitivos, y el que podría resultar más complicado de entender, ya en Soutelo, sí viene señalizado, mandándonos a nuestra derecha hacia un bonito "souto" con "castiñeiros" realmente viejos.
Souto de Soutelo
Empieza lo serio. Rampitas al 12% y alguna que puntualmente llega al 15% va ha hacer que nuestra cadena se tense, y que quizás nuestros cuádriceps nos echen alguna queja, pero tendrán motivos para ello, ya que durante casi dos kilómetros, nuestro clinómetro apenas marcará en algún momento por debajo del 10%
Iremos ahora por la parte un poco más "pestiño" de la subida. Cada vez tenemos menos protección por parte de la montaña al no haber taludes al lado de la carretera y poca vegetación con lo que el viento nos puede complicar la empresa. Pronto llegaremos a la aldea de Paradela (una de tantas Paradelas que hay en Galicia) y un nuevo cruce (señalizado) nos manda a la derecha. Si seguimos de frente tampoco pasa nada, porque a la salida de la aldea volveremos a dar a la carretera por la que vamos.
Entrada a Paradela
Cruce que negociaremos hacia la derecha
Saliendo de Paradela
Poco después de salir de Paradela, tras la curva que se ve en la foto anterior, llegaremos a un nuevo cruce, que no es otro que la unión de la carretera que cruza la aldea y que dará paso a un pequeño bosque que nos dará buena sombra en los duros días del estío ourensán.
Cuando dejemos atrás ese bosque y tras negociar una nueva curva de herradura, se nos empezarán a abrir más los horizontes, sobre todo hacia el sur y el este. Tras la siguiente curva, es posible que nuestros horizontes se vean reducidos a la rueda delantera de nuestra bicicleta, ya que llegamos a la que seguramente sea la parte más dura de toda nuestra ascensión.
Vistas de las Terras de Valdeorras
Nubes negras amenzantes
Dura rampa antes de una pequeña zona de descanso
Dicen que Dios aprieta pero que no ahoga. Pues Cabeza de Manzaneda hace más o menos lo mismo. Tras esas duras rampas, llega una zona de descanso, que si el viento nos lo permite, podremos recuperar algo y "soltar piernas". Tras esta zona de descanso, iremos bordeando o Penedo da Escrita, y cuando volvamos a mirar hacia la cima, aparecerán nuevas y duras rampas. Si el viento nos perdonó en la zona de descanso, fácil que nos sacuda aquí, como hizo el día que lo ascendí yo. Dura esta zona; viendo las rampas que me aguardaban, las antenas que siguen estando lejos y altas, y la llamativa forma de la roca que compone el Penedo de Monzón.
Amplias vistas con Pobra de Trives
Al fondo o penedo de Monzón


En la zona donde están tomadas las anteriores imágenes, deberían estar las instalaciones de la estación de ski, si nos fiáramos de los indicadores de los cruces, pero no están... aún queda bastante.
Esta montaña ofrece una cosa curiosa; a pesar de la altitud que estamos ya consiguiendo, casi los 1400 metros de altitud, aparecen los bosques, y además al acercarnos a las instalaciones de la estación. Curioso. No es muy normal por Galicia que los bosques estén en la parte alta de las montañas. 
Dura rampa antes de entrar en la zona boscosa
Bosque a más de 1400 metros de altitud.
Pedaleando por la zona boscosa, intuimos entre los árboles alguna edificación y dos campos de fútbol. En esta estación y en estos campos hizo durante muchos años la pretemporada de fútbol el Real Valladolid C.F.

Parte de las instalaciones de la Estación de Montaña
Dejado atrás el campo de fútbol, queda a nuestra derecha un edificio de... "belleza disipada" y a la  izquierda la zona de alquiler de skis y el telesilla. Justo en lo que parece el alto, a la izquierda sale una pista que está señalizada como Telesilla de Fuenfría... y yo voy y me metí por allí. Pues no. Hay que bajar un poco hasta el parking y los edificios que quedan unos cuantos metros más adelante.

Belleza disipada
Junto a la zona de alquiler de skis
Pista de acceso al telesilla... por aquí no es.
Lo de meterme por la pista hacia el telesilla fue porque vi meterse por ella un todo terreno, y ala, ¿a dónde va Vicente? Donde va toda la gente. Pues yo igual.
Como dije antes, desde este "primer alto", bajamos un poco y a la altura del aparcamiento giramos a la izquierda hacia un vial señalizado como Centro Reemisor de la CRTVG, y que tiene una cancela, que en caso de estar cerrada, es fácil de sortear y seguir la ruta sin problema.
Pista hacia la cumbre de Cabeza de Manzaneda.
Desde aquí ya no quedará mucho, si bien si hay alguna zona dura, aliviada por la sucesión de curvas de herradura que nos irán haciendo ganar altura, hasta llegar a la zona donde el bosque desaparece y ya se ven las antenas y la caseta del Centro de Reemisión. ¡¡6 curvas de herradura 6!! nos encontraremos en este tramo. Al desaparecer el arbolado, y ser el punto más alto en bastantes kilómetros a la redonda, estamos a merced del viento. A mi, en la última curva, justo al coronar me dio una racha fuerte de costado que me llevó hasta la cuneta, aunque por suerte no llegué a perder el equilibrio.
Objetivo a la vista
El hecho de ver las antenas, anima a seguir ya hasta el final sin dudas. Tengo que decir, que al ser una subida tan larga, y que me tiré unas dos horas subiendo, llegué a tener dudas. Pero mi cabezonería y el decir que a saber cuando volvería por aquí, me hizo tirar para adelante en los momentos duros, pero es que dos horas subiendo da para pasar momentos malos, momentos buenos, ir sufriendo, ir disfrutando, pasar calor y pasar frío...
Por fin arriba... que largo!!! Y que duro. Yo había oído comentarios de que no era tan duro, de que si los pros en la Vuelta del 2011 lo subieron a bloque... O Carallo!!! Es duro... muy duro. Si los pros ese día en que llegaron aquí, en la etapa 11 y que ganó David Moncutiè se hubieran dado estopa, habrían llegado de uno en uno. Se tiene liado parda en puertos de mucha menor entidad. Cabeza de Manzaneda es un PUERTARRACO!!!! 
En la cima hago unas fotos, y bajo rápido que el frío aquí es de aúpa. 7ºC, pero con el viento la sensación térmica debe ser de menos algún grado...
Protegiéndonos del viento
Apartahotel en la cumbre
Centro reemisor y zona de meta de la etapa 11 de la Vuelta 2011
Telesilla
Pues lo dicho, que hace frío, así que bajo pronto y ya comeré algo en una zona algo más abrigada, que puede ser la zona del aparcamiento y bajar después ya directo hacia Pobra de Trives de la manera más directa y que seguramente tenga mejor asfalto la carretera... Bueno, algo mejor si que estaba.
Iniciando el descenso.
Pues al final hago así, desciendo directo hacia A Pobra de Trives, por una carretera muy ancha pero rugosa, sin tráfico, y con dos grandes rectas, que hace que pueda cojer los 75 kms/h sin quererlo. La gente bajadora, a nada que el aire le ayude un poco aquí puede pillar velocidades de vértigo.
Cuando se llega a un primer cruce, la carretera empeora bastante. Se hace más estrecha, más botosa y sin arcén. En ese cruce giramos a la derecha, dejando a nuestra siniestra Chandrexa de Queixa. Paso la aldea de Cova, donde perdemos la cota 1000 y me encuentro con una casa en cuya huerta hay más calabazas que las que me he llevado yo a lo largo de mi vida, que han sido unas cuantas.  ;-)
Calabazada!!!!!
Ahora el descenso es un poco coñazo. Es feúcho y muy suave, de hecho hay que dar pedales a conciencia para avanzar, ya que apenas hay rampas, e incluso a veces volvemos a ganar altura.
Llego por fin A Pobra de Trives, que no la conocía y que me sorprendió gratamente, por lo que callejeé un poco por ella.



En esas cuatro tomas anteriores, podemos ver la calle principal, una fuente, la plaza do Reloxo y la iglesia parroquial de Pobra de Trives.
Sigo bajando, ahora por fin con más desnivel y de nuevo por una carretera en condiciones, ancha, y bien asfaltada. Paro a coger agua en una fuente de bella factura que hay al poco de salir de Pobra de Trives y después me asomé sobre los bancales del Bibei para contemplar la hermosa vista sobre ellos y el valle.
Fuente poco más abajo de Pobra de Trives

Panorámica
Bancales y al fondo Ponte Bibei
Una vez cruzado el puente, inicio el ascenso al Alto da Hermida, donde dejé el coche. A ver que tal... después de tan largo descenso lo mismo duelen las piernas un poco al volver a subir, pero por suerte subo bastante bien y llego a este pequeño alto sin apenas problemas.
La subida a Hermida, también ofrece bellas panorámicas. Alguna de las fotos no están muy bien hechas, pero la inmensa mayoría están hechas desde la bici sin detenerme. Tan solo las panorámicas de los bancales y la de la fuente, así como alguna de el alto están hechas poniendo el pié a tierra.
El alto da Hermida al fondo

Impresionante valle del Bibei, y al fondo Cabeza de Manzaneda
Fin de ruta
En resumen... PUERTAZO!!!!! que bien merece la pena ser visitado. Esta zona, poniendo por ejemplo A Rúa o Petín como campamento base, nos da la opción de afrontar varias ascensiones muy duras a parte de esta de Cabeza de Manzaneda. Cerquita de aquí tenemos, saliendo desde Petín, la subida a Pedralta y a Covelo; desde O Barco la de A Portela de A Moeda; desde Sobradelo la impresionante Fonte da Cova, desde Montefurado la subida a O Cerengo, desde Viana do Bolo, o Cepedelo; y si ya cruzamos la frontera con Lugo, que está aquí al lado, O Courel nos ofrece otra infinidad de ascensiones bellas y duras.
Puede ser un plan para entrenar fuerte... Además, las gastronomía de la zona es excelente!!!!!
Altigrafía sacada de la web Plataforma de Recorridos Ciclistas

Mapa de la ruta
E dis de subir ata alá arriba?
E ti sei que me fodes!