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Agradecer a Salvador Hernández su ayuda en la configuración de este blog. Gracias Salva.



martes, 13 de mayo de 2014

Por la Mujer Muerta

No, no se trata de ningún articulo en homenaje a ninguna mujer que muriera. Se trata de una pateada por una parte de la Sierra del Guadarrama que se llama así, La Mujer Muerta por parecerse la silueta de las montañas a una mujer yacente. Yendo por la N-601 en dirección a Segovia desde el norte, parece talmente una mujer muerta. Artículo en Wikipedia sobre la Mujer Muerta
La Mujer Muerta sobre Segovia.
Foto sacada de wikiloc.es y subida por dosmilescyl
Salimos hacia el Puerto de Navacerrada mi compañera y amiga Vanesa y yo, parando previamente en La Pradera de Navalhorno a pillar unos bocatas, que suelen estar muy buenos, pero que esta vez dejaron bastante que desear.
Desde Cuéllar ya empezamos a ver el perfil de la Sierra, y según nos vamos acercando la Sierra parece que va creciendo y creciendo hasta hacerse inmensa.
Una vez llegados a San Ildefonso, el paisaje va ganando en belleza y majestuosidad. Parece increíble que después de tanta llanura y secarral nos encontremos de golpe con esto. Los pinos de Valsaín, las zonas de Boca del Asno o Los Asientos, las famosas Siete Revueltas de Navacerrada... Vamos disfrutando ya en el coche.
Por fin llegamos arriba al parking donde dejamos el coche y decidimos que material y ropa llevamos. Vanesa opta por ir abrigadita y yo algo más frescales con un shofshell en la mochila por si las moscas. Venga, vamos allá.
Parking del puerto de Navacerrada
Salimos hacia el Camino Schmid, el cual cojemos al pasar junto al Albergue de Los Cogorros. Ala, de lleno entre los pinares segovianos... que de momento vamos por Segovia y a la sombra de la umbría de los Siete Picos.
De momento contentos y animados, aunque yo no lo aparente
Al poco de empezar ya vemos nieve, y por supuesto no me puedo resistir a pisarla. 
Roald Boirinho Amundsen
Joer, a este paso nos van a dar las uvas antes de que queramos empezar a andar. Así, que de repente Vanesa empieza a andar rápido, quizás un poco de más. 
Caminar por esta senda es una auténtica gozada, no es la primera vez que lo hago, pero siempre se disfruta como si lo fuera. 
Nos cruzamos con bastante gente a pesar de ser día lectivo. 
Con paso decidido
Pronto llegamos a la Fuenfría, donde hacemos acopio de agua para el duro camino que nos espera ahora y para comer algo antes de seguir. 
La Fuenfría
Comienza lo bueno...
Venga, que nos quedamos fríos y ahora empieza lo emocionante, que hasta ahora fue para ir haciendo una toma de contacto.
Justo en el punto que se ve en la anterior fotografía empieza lo serio. No voy a decir que una pared, porque sería mucho exagerar, pero tira para arriba con ganas. Ala pués, a sudar un poquito, que la mañana está frescales.
Mal acostumbrados veníamos por el Schmid, y ahora esta parte de la ruta nos está diciendo, pero que os pensábais?? Qué todo el monte es orégano o pinos de Valsaín?? También hay retamas, zarzas y piedras... y si no os lo creéis, ya veréis, ya.
Subimos dejando a nuestra diestra al Montón de Trigo, llamado así por dar esa imagen, un montón de trigo tras salir de la cosechadora...
Selfie con Montón de Trigo a mi espalda
El camino por el que vamos nos sube hasta Cerro Minguete, pero nos salimos un poco antes de coronarlo, para irnos por una "corredoira" hasta el Collado del mismo nombre.
La sonrisa nunca hay que perderla. Y la de Vanesa es bien bonita.
En dicho Collado nos pensamos si subir hasta el pico del Montón de Trigo, pero decidimos que mejor seguir la ruta prevista. Las vistas desde aquí son espectaculares. A nuestras espaldas quedan Peñalara, Puertos de Navacerrada y Cotos, el Cerro Guarramillas con su Bola del Mundo. A nuestra izquierda un precioso valle, y de frente, por una senda mucho más llevadera que nos llevará hasta el Collado de Tirobarra, y nuestros objetivos, La Pinareja y Peña del Oso.
Hacia Collado Minguete
Tras de mi, los picos de La Pinareja y Peña del Oso.
Por esta senda, aunque de vez en cuando aparezca alguna roca y haya que agacharse para no quedarse enganchado con los sufridores pinos que "viven" aquí, se va de maravilla. Lo de los sufridores pinos lo digo por lo retorcidos que están sus troncos y lo bajitos que son en comparación con los que hemos dejado atrás.
Según bajamos hacia el Collado de Tirobarra, vemos justo delante de nuestras narices el camino que asciende hasta La Pinareja... Mi madriña, si no hemos traído arneses!!!!
Acojona el caminito...
La verdad es que en esa foto no aparenta tanto como al verlo allí, en vivo y al natural, pero apuntaba hacia el cielo con todas las ganas. Cruzamos el Collado, y para arriba. Al principio bien, pero es que después, canchal tras canchal... y lo que nos aguardaba. No se porque lo llaman así, si es lo menos parecido a una cancha que he visto en mi vida. Aquí les quería yo ver jugando al pádel!!!

Dos imágenes de la ascensión a La Pinareja.
En el alto de la Pinareja hacemos una parada para comer algo y cojer fuerzas además de una sesión fotográfica. La nota curiosa fue el encontrarnos en la cima un pequeño Belén...
En la cima de La Pinareja a 2197 metros.
Impresionantes las vistas desde aquí. Joder si es ancha Castilla. Porque hay bruma, que si no la vista alcanza hasta más allá del infinito que diría aquel.
Según los mapas, este punto se encuentra a 2197 metros, pero el montón de piedras que han puesto encima, seguro que hace que llegue a los 2200. Intentamos encontrar entre esas piedras donde aposentarnos para descansar un poco mientras damos buena cuenta de unos bocatas que defraudaron un poco, pero a esas horas ya cualquier cosa entraba para el buche.
Mientras zampamos y hacemos alguna fotico, miramos para Peña del Oso, tan cercana y tan lejana a la vez. Todo canchal, desde aquí hasta allá. La que nos espera.
Ancha es Castilla!!!
Bajamos pues haciendo algún que otro equilibrio hacia otro Collado donde todavía se mantiene a duras penas un nevero. El año pasado a estas alturas, esto estaba cargado de nieve, y sin embargo este año poca queda.
Por supuesto, si hay nieve hay que pisarla y hacer fotos...

La subida hasta la Peña del oso, es algo enrevesada. Aquí si que hay que echar las manos a las piedras para poder trepar. En alguna ocasión además hay que "intuir" el camino para seguir. La verdad es que lo hicimos bien. por ahora estamos teniendo mucha suerte, con el tiempo, y con todo en general.
Al final conseguimos coronar sin demasiadas dificultades la Peña del Oso con sus 2196 metros de altitud, donde no hace muchos días estuvieron nuestros colegas Celina y Buru, e hicieron una fota curiosa, que plagiamos..


Besitos a los ositos, y fotos esta vez hacia Madrid.
Bueno, pues descendamos ahora con cuidado, y a ver si podemos evitarnos el tener que crestear de nuevo hasta la Pinareja.

Vamos bajando con cuidado, porque para subir había que echar las manos a las rocas, para bajar, lo mismo tenemos que echar el culo, y es mejor hacerlo de forma controlada que no de forma accidental. Según vamos bajando, miro para la Pinareja y la casi vertical que tendríamos que subir ahora (antes la bajamos) o si para evitarlo hay un camino a media ladera entre los canchales que nos devuelva al collado sin necesidad de volver a subir. No me digáis donde ni como, pero yo vi un camino por ahí... Qué luego no estaba. Que horror!!! Vaya metedura de pata el meternos por ahí, y a ver si no la meto más entre las piedras y la parto, que ya sería la ostia!!! Este canchal esta apenas pisado y las rocas se mueven. Está jodidillo. Yo no se si darme la vuelta y subir Pinareja o seguir. Menos mal que viene detrás Vanesa que me pone en mi sitio. Agitando su bastón amenazante, me dice:
- "Ahora ya está, tira p'alante de una vez. MUEVETE!!!!"
- Si señora, a las órdenes de usted!!!!
Hay una cosa clara, a Vanesa las indecisiones no la afectan. Es si o si. Lo empezado se termina y listo.
Por no trepar por ahí, la que lié!!!!
En ese trayecto lo pasamos mal. Lentísimos, haciendo equilibrios, y cargando las piernas más de lo debido, pero por fin llegamos de nuevo al idílico Collado con sus florecitas amarillas, como si aquí no hubiera pasado nada.
Poco a poco se nos va viendo más perjudicados.
Desde aqui ya es bastante fácil, pero todavía quedan bastantes kilómetros para volver. Así que le vamos dando, que mañana hay que hacer muchas cosas y hay que regresar a Valladolid.
En un titá llegamos de nuevo al Minguete y poco después a la Fuenfría, donde recargamos de agua y tomamos ya de nuevo el Cospes y el Schmid hacia los Cogorros y puerto de Navacerrada.
Al fondo se puede apreciar Madrid
En el centro La Fuenfría y al fondo La Bola del Mundo
Y nada, pensando ya en futuras excursiones llegamos de vuelta al parking de Navacerrada, y pensando en las cañas que nos vamos a tomar en el kiosko de Valsaín (que estaba cerrado y nos tocó irnos hasta San Ildefonso).
En azul ruta de ida y vuelta que nos hicimos
Pues nada, esta ya esta hecha... acabamos algo cansadillos, pero muy contentos. Y como dije antes, pensando en cual será la siguiente ruta.
E dis de subir ata alá arriba?
E ti sei que me fodes!