DATOS TÉCNICOS:
Longitud: 7,27 Kms.
Altitud: 401 metros.
Desnivel: 396 metros.
Coef. APM: 62
Desnivel medio: 5,45%
Subir al alto do Petón, o también conocido como de Valadares, es bastante sencillo, ya que carece de fuertes rampas y tampoco es excesivamente largo. Además, presenta zonas para poder descansar en forma de falso llano.
Esta vez nos desplazamos hasta el concello de Outes, junto a la ría de Muros e Noia y el inicio de esta ascensión radica en la capital municipal conocida como A Serra de Outes. Encontrar el inicio del puerto es muy fácil. Si llegamos por la C-550 que recorre la costa coruñesa, justo en la curva que hay junto al ayuntamiento debemos ir por la carretera que indica hacia Mazaricos y Santa Comba, para después tomar el vial que parte junto a la farmacia y que viene indicado como ruta a seguir para llegar a Valadares. Hecho esto, ya entramos en faena.
La anterior imagen muestra el principio de nuestra ascensión al Alto do Petón, y justo al final de la calle se aprecia la farmacia. La carretera que parte justo por su lado izquierdo según miramos para ella, será la que tengamos que tomar. La primera rampa tiene miga, pero es bastante cortita y poco después viene la primera zona de falsos llanos.
El estado de esta carretera es muy bueno, el asfalto es algo rugoso pero no tiene baches y el ancho de la vía es más que adecuado, como pega, decir que no tiene arcén, pero el tráfico es bastante escaso. La señalización es buena, tanto la vertical como la horizontal, y tendremos zonas de sombra, y otras donde estaremos a merced del sol, estando estas últimas sobre todo en la parte baja del puerto, entre la salida y la iglesia de Outes. Después en la zona de Castelo tampoco contaremos con el beneplácito de las sombras de los árboles.
En la foto anterior, se ve la llegada a la aldea de Río de Outes, donde nos encontraremos la primera de las zonas llevaderas. El paso por la aldea no ofrece dificultad alguna, aunque conviene ir atentos por si aparece el típico perro cruzando cuando no debe o que echa a correr tras nuestra dándonos ánimos con sus ladridos. Una vez dejada atrás esta aldea, volveremos a toparnos con rampas que no serán muy duras, pero que tampoco conviene "cebarse" con ellas, no sea que la subida se nos acabe haciendo larga. Esto será así hasta la próxima de las aldeas, la que da nombre a todo el municipio, esto es, Outes. Será aquí donde tengamos que extremar más nuestra atención, ya que el paso por delante de la iglesia es bastante estrecho, formando además una curva bastante cerrada, y los coches no suelen respetar la limitación de velocidad.
En la primera de las dos imágenes anteriores se ve la entrada a la aldea de Outes con el campanario de la iglesia al fondo, y en la segunda de las tomas, se ve lo que comentaba de la curva, que es cerrada y estrecha. Aquí habrá que ir con cuidado.
Nada más negociar el paso por la iglesia, se nos presenta otra rampa seria, quizás la más dura de todas las que nos encontremos, que nos llevará hasta la primera de las curvas de herradura de las tres que nos vamos a encontrar. Esta curva es conocida como Curva da Pelligueira. Aunque es bastante cerrada, no tiene mucha dificultad ya que el desnivel no es muy grande. A continuación una foto de la Curva da Pelligueira.
Poco después llegaremos a la segunda de las herraduras, conocida esta como curva de Serradelo, y será la antesala de una serie de paellas que nos encontraremos a continuación. Para los amantes de los descensos con curvas aquí tienen un buen sitio donde dar rienda suelta a su locura. La verdad es que la calidad del asfalto y el escaso tráfico invitan a jugársela un poco.
En la anterior toma puede verse una sucesión de paellas en la que podemos hacer un descenso tipo slalom a poco que nos guste el riesgo en la bajadas. El que esto está escribiendo la verdad es que no lo hace, lo descensos rápidos y yo no nos llevamos bien desde hace tiempo.
Me voy a centrar más en la subida en vez de en el descenso, donde yo personalmente disfruto más. Poco después de donde esta sacada esta última fotografía, vendrá la última de las herraduras, también muy cerrada y conocida en esta ocasión como Curva do Pancho. A la salida de esta herradura, nos encontraremos con dos kilómetros con una pendiente bastante mantenida en torno al 6%, que poco a poco va disminuyendo según ganamos altura. En este tramo atravesaremos la pequeña aldea de Castelo.
Al final de estas rampas mantenidas, viene un leve descenso hasta una curva de vaguada, que ya nos meterá de lleno en lo que será el final de esta nueva ascensión a un alto barbanzón. Una vez llegados al alto, cruzaremos otra pequeña aldea, llamada As Touzas. Si seguimos de frente, llegaremos a la AC-400 que une las localidades de Cerceda y Muros. A continuación, una toma de la última rampa antes de coronar.
La misma rampa vista desde abajo. En esta ocasión puede verse la aldea de As Touzas que corona el Alto do Petón.
Esta subida tiene algo en común con los grandes puertos que unen Asturias y Cantabria con la meseta; salvando las distancias, claro, y es que una vez que estemos arriba, casi no encontraremos descenso, más bien llanearemos, así que cuando culminemos nuestra labor, no podremos lanzarnos en un vertiginoso descenso, y lo mismo sufrimos más una vez arriba que durante la ascensión, ya que nos encontramos en una gran planicie donde el viento suele soplar con fuerza. No en vano, miremos hacia donde miremos nuestros ojos poco más verán que parque eólicos; Tremuzo, Paxareiras...
En la imagen anterior se puede ver una señal de cruce. Si queremos ganar unos pocos metros más de altura, en torno a 10-15 metros, podemos girar a la derecha y subir ese poquito más. En la siguiente foto se ve toda esa subida de propina. Como veis, no es gran cosa.
Por último, un pequeño mapa que nos sirve para ubicar mejor donde se encuentra esta bonita y suave subida.
Recuerda que pinchando sobre la altigrafía y las fotos, podrás verlas a mayor tamaño.