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Agradecer a Salvador Hernández su ayuda en la configuración de este blog. Gracias Salva.



martes, 10 de febrero de 2015

De las Minas de San Finx al Pico Muralla (y vuelta)

Cima del Pico Muralla
El pasado domingo 8 de febrero, el Clube de Montaña del Barbanza Vintedouspés, organizó una salida entre las antiguas minas de San Finx y el alto del Pico Muralla, ruta que discurrió en un 99,8% por el concello de Lousame. El otro 0,2% fueron unas pequeñas pisadas por el concello de Rianxo al encarar la cima del Muralla.
Las otrora esplendorosas minas de San Finx, que empezaron siendo minas de estaño, y explotada con capital británico desde 1890 hasta 1939 están ahora en deshuso. La época de esplendor fue durante las décadas de los 40 y de los 50 del siglo pasado, cuando se extraía también wolfram. Este hecho hizo que Lousame ganara población durante estos años, lo que es un caso, se puede decir que insólito en toda Galicia, ya que precisamente en estos años fue la época más fuerte de la migración hacia América. Es a partir de los años 60, cuando el precio del mineral baja considerablemente, cuando empieza la decadencia de estas minas, hasta que en mayo de 1990, cesa definitivamente la extracción del mineral. En el 2012 la mina volvió a funcionar para la extracción de estaño, pero a día de hoy la actividad vuelve a estar parada y la empresa concesionaria presentó un ERE de extinción de empleo y Suspensión de Pagos, aunque hay negociaciones para que la mina siga o vuelva a funcionar, lo que daría un impulso económico muy fuerte al concello de Lousame. A ver que pasa, pero ojalá no haya que volver a sufrir guerras para que esta mina tenga trabajo. (Guerras Mundiales, Conflicto de Korea..)
Momento de la salida
Recuerdos de la mina...
Pues a las 9:00 A.M., 42 andarines tomamos la salida desde la parte alta, donde se ubicaba el poblado minero, y lo hacemos afrontando así en frío, unas rampas bastante duras, con hojas húmedas en el suelo que hacen que haya algún patinazo. La temperatura además no es que sea fresca, es fría directamente. En el momento de la salida hay 2ºC.
Comenzamos nuestra andaina pegados al Rego do Espiño, que lleva bastante agua y que nos ofrece bellas estampas.

Rego do Espiño
Antiguo molino junto al Rego do Espiño
Al poco salimos a una pista que va desde la aldea de Froxán hasta la de Silvarredonda, y poco antes de llegar a esta última, giramos a la izquierda y seguiremos ganando altura con rapidez. Llegamos a la carretera, y tras cruzarla, vamos por otra senda que se encuentra en perfecto estado. Reseñar que empezamos a ver hierba blanca a causa de la fuerte helada caída durante la noche. Esta helada propició que el pasar la cuneta de la carretera con un improvisado puente de palets y sacos, fuera una aventura, ya que se patinaba enormemente.
En fila de a uno camino de Silvarredonda
Improvisado y resbaladizo puente
Ahora vamos por una zona de monte pelado, donde el aire frío nos va afilando un poco el cutis. A saber como pegará en la cima del Muralla cuando por aquí lo hace así. Y por sacar algo positivo de los incendios (es broma, de un incendio no hay nada positivo), decir que el Barbanza ha ganado muchos miradores. Por esta zona que vamos ahora, conocida como Ladeiras de Vilas, siendo aún una altitud modesta (sobre los 420 metros) ya hay unas preciosas panorámicas sobre Noia y también del cordal que une Iroite y A Curota.

Entre la bruma se puede distinguir Noia
Tras descender un poco, giramos a nuestra izquierda donde tomamos un bonito camino, alfombrado de hierba que nos dirige cara a Aldarís. El paseo por esta zona es de lo más agradable, y al final de este camino haremos un reagrupamiento, aunque haciendo honor a la verdad, hoy formamos un grupo bastante homogéneo y no nos hemos desperdigado mucho, por lo que no se tarda en volver a arrancar.
Cruzamos una nueva carretera, la que une Aldarís con Ces y Fruíme y pasamos junto a unos montones de conchas de mejillón que tienen aquí para luego usar como fertilizantes en las tierras de labradío por su gran contenido de calcio y tomamos un camino que al principio está algo embarrado, luego alfombrado de hierba y hojas, que después, en la parte abierta estará helado para poder llegar a la Portela de Aldarís en vez de por asfalto, por el camino que nos lleva por el alto do Xestal (455 metros). Una vez en A Portela, cruzamos la carretera que esta vez une Ponte Beluso con  Comparada y ya iniciamos lo que es ya en sí el ascenso al Pico Muralla. Nada más cruzar la carretera, y el ponernos a la sombra del Muralla, sentimos una sensación bastante grande de frío. Por estas laderas pega ya con ganas el aire frío y los que nos habíamos puesto un poco más frescos, decidimos volver a abrigarnos bien... que algunos vamos entrando en años y no hemos salido del anterior catarro, como para meternos ya en otro.
Conchas de mejillón
Algo de barro
Camino enmoquetado
Fuerte helada la caída por la noche
Iniciamos este definitivo ascenso por un camino ancho y bien marcado, pero como esto parece demasiado fácil, decidimos coger una senda estrecha y casi invisible que sale a nuestra izquierda para bajr un poco hasta un pequeño arroyo y cruzarlo saltando un par de piedras. Poco después volveremos a tomar otro camino ancho y en perfecto estado que describe además un par de zetas.
A abrigarse tocan
Voy cruzando el río...

Pues cuanta más altura vamos alcanzando, más se nota el viento y el frío. El viento hay momentos que da de espaldas, pero por otros da de cara, y fastidia bastante, pero ya se ve la cumbre más o menos cerca, y eso anima a seguir con ganas y alegría, que por cierto, nunca faltó.
Ahora ya vamos por las pistas que se abrieron cuando se montó el Parque Eólico de Monte Treito, y vemos bastante hielo en las cunetas e incluso algún pequeño resto de nieve de la nevada caída el jueves. En el momento de encarar definitivamente la cumbre del Muralla con sus antenas y su caseta, las rachas de viento son fuertísimas, por lo que hacemos cumbre, unas pocos fotos e iniciamos sin mucha demora el descenso, porque realmente es incómodo el permanecer aquí arriba. Además, no tuvimos mucha suerte con las vistas, ya que la bruma tapa casi toda la ría de Arousa y el valle del Ulla, así como los montes de Mazaricos.
Los gigantes, que diría Don Alonso Quijano
 

Restos de la helada
 

 
Enfilando la cumbre
Vértice geodésico del Pico Muralla
Pues tras las fotos de rigor, iniciamos el descenso, y ahora sí que da el aire de lleno en la cara. No se cual será la sensación térmica en este momento, pero así, a ojo, yo calculo que sería de unos 120 bajo cero más o menos. Bueno, quizás me he pasado un poco, pero viendo después los datos de la estación que tiene aquí Meteogalicia, si que rondaba los -8ºC, que como se dice por estos lares, "chégalle ben".
Durante el descenso seguimos viendo alguna placa de hielo, y restos de algún muñeco de nieve, que a saber cuando se podrá volver a hacer uno aquí. No es muy frecuente que nieve y que además cuaje por esta zona, pero de vez en cuando alguna alegría si que nos llevamos. Si lee esto alguien de la montaña palentina, leonesa o cántabra seguro que piensa que me podía meter yo esa alegría por... Ya que este año por allí, van más que sobrados de nieve.
Panorámica desde la cumbre

Comentando la jugada junto al vértice geodésico (679 m.s.n.m.)
Hacía viento....

Restos de un muñeco de nieve
Placas de hielo
Iniciando el descenso
En cuanto encontramos una pequeña zona de abrigo junto a un aerogenerador, paramos a comer algo para recuperar fuerzas, ya que queda todavía un buen trecho para llegar de vuelta a las minas, y tenemos que subir todavía otro pequeño monte, pero con caminos bastante empinados y por zonas pedregosas.
Nada más arrancar tras la pausa para el almuerzo, pequeño susto. A pesar de que esta zona era algo más abrigada, el viento consiguió partir un pino mientras pasábamos junto a él. Menos mal que no había en ese momento nadie debajo de él haciendo una "parada técnica" para aliviar.
Perdemos altitud rapidamente ya que ahora vamos bajando por un empinado cortafuegos, al final del cual tenemos que cruzar una valla de esas que ponen en el monte para que no se escape el ganado, y tras seguir bajando un poco, llegamos a la parte más llana del recorrido, una especie de pequeña penillanura entre las aldeas de Aldarís, Xestoso y Soñora, y que también nos brinda bellas panorámicas.
Bajando por el cortafuegos
 


Tramo pedregoso y mojado
Cruzando el río Soñora
Una vez que cruzamos el río, empezamos de nuevo a ascender, primero de una manera muy suave, pero una vez que crucemos la carretera y lleguemos a la altura de la granja de ganado porcino, el desnivel aumentará considerablemente, y más, cuanto más cerca de la cima de este pequeño alto nos encontremos. El nombre de este enclave es Monte de Siroña, pero por culpa de los indicadores del parque eólico, la gente ha empezado a llamarle Monte Treito, cuando el Treito está por el lado contrario del Muralla al que bajamos nosotros. Así que a ver si poco a poco empezamos a recuperar su verdadero nombre.
En el alto hacemos un nuevo reagrupamiento, y desde aquí ya todo será descenso hasta las minas de San Finx.
Subiendo hacia el monte Siroña
 


Tramo pedregoso y no exento de dureza
Nuevo reagrupamiento
Pues ahora parece que ya vamos todos más alegres, la temperatura es bastante más agradable, llegando incluso a pasar calor donde no daba el aire, y pensando ya en el merecido vermú que tomaríamos luego, no en vano es la matinal del domingo y algo habrá que ir a tomar. 
El descenso lo hacemos ya por la ladera que mira hacia Noia y su ría, así como hacia el cresterío principal de la Sierra del Barbanza, con el valle del río Tállara por el medio.
Cruzaremos la carretera que une Portobravo con Fruíme en el paraje conocido como Cruz de Armada, y volveremos a disfrutar de un camino fácil de hacer, y que además nos deja bonitas estampas, alguna ya incluso poco antes de cruzar la carretera.
En este último tramo hago amistad con una chica chilena de Viña del Mar, pero que lleva ya varios años por estas tierras del Barbanza.
Noia y su ría entre la bruma
 


Precioso paraje
Las mimosas ya están en flor
Pues bien, esto llega a su fin, ya empezamos a ver los tejados del poblado de la mina, y el que más o el que menos llega con un puntito de cansancio, y es que no en vano, salieron 16,5 kilómetros con un desnivel vertical positivo de 896 metros, pero como en las rutas de montaña, suman el positivo y negativo, habrá que decir que el desnivel fue de 1792 metros. Pues eso, que "chégalle ben".
En resumen, bonita y agradable ruta, con una muy buena compañía y con ganas ya de hacer la siguiente con Vintedouspés, que todo apunta que será por el concello de Porto do Son. Les mantendremos informados.
Si al leer esto os han entrado ganas de hacer la ruta, podeis descargaros los tracks desde la página de wikiloc: Tracks de la ruta. Wikiloc
Fin de ruta
Ala, a estirar un poquito

2 comentarios:

  1. Un recorrido muy exigente para esa distancia y además con un clima poco agradable! Entre una cosa y otra, como bien dices, "chégalle ben". Me parece curioso lo de la mina, poder visitar sitios así, con tanta historia detrás... Preciosas fotos, desde luego tienes una tierra preciosa, estoy deseando volver!

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    Respuestas
    1. Graciñas Celi.
      A ver cuando vuelves por Galicia y te enseño algo del Barbanza...
      Un biquiño

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E dis de subir ata alá arriba?
E ti sei que me fodes!