SI PULSAS SOBRE LAS ALTIGRAFÍAS Y FOTOS, PODRÁS VERLAS A TAMAÑO COMPLETO.


Agradecer a Salvador Hernández su ayuda en la configuración de este blog. Gracias Salva.



lunes, 9 de julio de 2012

Cara al Desafío Ezequiel Mosquera (II). La Clásica Alvaro Pino.

El domingo 8 de julio de 2007, participé en la marcha cicloturista de la Peña Cicloturista Tea-Sestelo y hasta ayer, justamente 5 años después, no había participado en ninguna otra y precisamente "retorné al pelotón" en la marcha de ese enorme club de Ponteareas. Ha habido alguna modificación en estos años, pero la "esencia" de la marcha sigue siendo la misma.
En la tarde del sábado me acerqué al pabellón a recoger el dorsal y la bolsa con la ilusión de que dieran un recuerdo como el del 2007, una preciosa figura de cerámica, a la que le tenía cariño por ser muy bonita, pero que un accidente casero la dejó hecha añicos; supongo que la crisis nos afecta a todos, y no había cerámica en esta ocasión. Snif, snif.

Viviendo un poco el ambiente del día previo a la marcha, en una terracita junto a otros ciclistas y junto a mi familia, veo como se quedó una tarde clara, con temperatura agradable, y eso me da cierta esperanza en cuanto a que la climatología, en la matinal del domingo, no sea adversa y no se ponga a llover, que con el verano que llevamos, ya sería raro que no lo hiciera.
A las 7:00 A.M. del domingo suena el despertador, tras una noche en la que los nervios no me dejaron dormir nada bien; los nervios y los perros, los gallos, las aves nocturnas... es lo que tiene el "agro". Tras desayunar y vestirme, salgo ya con la bici desde la casa de los abuelos de mi mujer, en la aldea de As Cortellas, a 10 kilómetros de Ponteareas, por lo que voy ya calentando, que falta hace, ya que el día amaneció encapotado, fresco y con bastante humedad, así que me dirijo hacia la línea de salida con el chubasquero puesto. 

A eso de las 8:20 ya estoy en Ponteareas, y son ya muchos los ciclistas que andan dando vueltas por las calles de la villa del Corpus, capital de la comarca del Condado.
El inicio, al igual que en aquella edición, fue un tanto nervioso, yo de echo salí por la parte trasera del grupo, luego me metí algo más al medio, pero viendo algunas cosillas, en el Alto de Cans, decidí quedarme atrás del todo por seguridad. 

La bajada hasta Porriño, en un pelotón de 600 ciclistas es bastante peligrosa, hay frenazos, y varios ciclistas  hacen "cruzadas asesinas"; la mayoría de las veces, me fijé que eran chavales jóvenes, posiblemente juveniles que quieren hacer ver su dominio sobre la bici, pero que no dominan el echo de que en estas marchas, somos muchos los que andamos en bici sin haber ido a escuelas de ciclismo, y que no todo el mundo tiene el dominio que ellos tienen, y ante una cruzada de esas, posiblemente el ciclista que vaya detrás clave el freno y se forme una montonera. Desde aquí hago un llamamiento a esta gente para que tenga más cuidado. Además, quedaban muchos kilómetros por delante para recuperar posiciones, incluso antes de llegar al tramo libre. Yo entré en Porriño, justo delante de los coches que cerraban la prueba.
De Porriño a Redondela, se fue bastante tranquilo, en este tramo si que ya empecé a ganar algún puesto, e incluso a relajarme hablando con otros participantes de la marcha, entre ellos los Campeones de España de Medio Fondo y de Cicloturismo de la temporada 2011.
Una vez en la Villa de los Viaductos, cogemos la carretera hacia Fornelos de Montes, iniciando así el tramo libre e iniciando la ascensión a la primera cota del día, el Alto de Moscoso, con un primer altillo en Amoedo.

Tras llegar a ese primer altillo, se baja rápido hasta el lugar de Pazos, donde miro a mi derecha a ver si por un casual alguien de la familia se acercó a ver el paso de la serpiente multicolor... Nada, la verdad es que con la mañana que estaba, mejor quizás quedarse en camita.
Se vuelve a subir ya hasta el alto y aldea de Moscoso, la cual se encontraba en fiestas,  para acto seguido disfrutar de un rápido y fácil descenso hasta la pequeña aldea de Oitavén junto al embalse de Eiras, que ofrecen a la vista una bonita postal. Se llanea unos pocos metros, lo largo que tiene la aldea, que no es mucho, y se empieza a subir de nuevo, en esta ocasión hacia el alto de As Estacas.
Llegamos a Fornelos de Montes, donde bastante gente nos aplaude y nos jalea, lo cual se agradece y mucho, hasta parece que el desnivel de la carretera es menor y se hace más fácil el ir ganando altura. ¡Como se agradecen esos ánimos! Parece una coña, pero a mi me animan y mucho, por mi parte trato siempre de corresponderlos, bien con un gesto de ok, con una sonrisa, o a veces incluso les devuelvo los aplausos, sobretodo si son niños.
Poquito después llegamos ya a la aldea de As Estacas, y se abre ante nosotros un valle, que está increiblemente verde para estas alturas del año. Son las ventajas que tiene el que no deje de llover. Al fondo se ve la pequeña aldea de Couñago, y por allí me comentan dos compañeros de marcheta que hay un restaurante donde el menú es Jabalí con.... ¿Porqué no se puso allí el avituallamiento? Pregunto yo.

Son esos mismos cicloturistas que me comentan lo de jabalí, los que me dicen después, que tras el ya cercano Alto das Estacas, viene un largo descenso de unos 11 kms. Veo la media que llevo y veo que me da tiempo a parar en el avituallamiento a coger algo de frutita; tras hacerlo me tiro... ¿para abajo? ¡¡amos venga!! Se baja un poquito al principio, luego un llano, otro descenso de unos tres kilómetros de asfalto muy malo, con curvas cerradas, y después un pedazo de repecho (el de Piñeiro) de 3,5 kms, repecho que en estas primeras etapas del Tour sería considerado puerto de tercera. Resultado, que llego a Maceira y ya no me dejan hacer el tramo largo para subir hasta A Graña y me mandan ya directamente hacia el Puerto de Moncelos. Había que llegar a ese punto con una media mínima de 24 kms/h y yo entre paradas y tal, llegué con una media de 23,7. Para el año queda.
Pues nada, paso la bonita zona de la Playa Fluvial de Maceira, con unas pozas y unas cascadas preciosas y a tope de agua, viendo caminos y veredas por el monte que invitan a darse una vuelta por ellos cualquier día.
A la entrada de la aldea de Maceira, donde también hay bastante gente, me indican que vaya un poco hacia la derecha, y veo que me mandan de frente para el Cementerio. ¡¿Pero tan mala cara llevo?! Noooo, es que hay que pasar por encima de las alfombrillas para el control del chip!!!
Me meto ya en el precioso puerto de Moncelo. ¡Está realmente increíble! Que verde, que bonito. Corre agua por todas partes. Precioso. Así uno sube mucho más a gusto. No se si será por el paisaje o por el disgustillo de no hacer la versión larga, pero voy subiendo a tope. Yo mismo me asombro del ritmo de ascensión que llevo. Voy comodísimo. La verdad es que el día estaba ideal para la practica del cicloturismo. Unos 16ºC, nublado, sin nada de viento... ¡ideal!

Las fotos que hice desde mi móvil salieron bastante mal, casi todas movidas y fue una pena, porque había rincones realmente bellos. Al que no conozca este puerto, le invito a que vaya a verlo, le gustará fijo.
En una de las curvas de la parte alta del puerto, donde ya desaparece el arbolado, me hicieron una foto en la que salgo todo descamisado y de cualquier manera. Viendo todas las fotos que subieron, el que más o el que menos sale con el maillot cerrado hasta arriba, bien agarrado al manillar y yo a mi estilo anárquico... pero disfrutando ¡Qué carallo!

Corono ya Moncelos, bajamos hasta la antigua N-120 para coronar el que por esta vertiente no pasa de ser un repecho, puerto de A Fontefría y nos lanzamos en un larguísimo descenso ya hasta línea de meta. Formamos una grupeta bastante maja, yo con mi compact al principio tengo problemas para seguirles el ritmo, pero poco después me pongo yo a tirar, y es que descenso si, pero como no des pedales, aquí no ganas velocidad. Ahora da algo el aire de frente y las rampas no son muy fuertes, así que si queremos ganar velocidad hay que exprimirse un poco. Tardo en encontrar apoyos, pero al final dos me echan una mano. Los otros 10 ó 12 del grupo deciden ir a resguardo... Bueno, pues vale.
Entramos a Ponteareas, y en la rotonda final, donde ya encaramos hacia meta, esos que venían dejándose llevar, atacan y se ponen a sprintar... ¡Aúpa chavales!
Yo cruzo la línea de meta todo feliz, me dirijo a por un batido recuperador al que la gente de Nutrisport nos convida, y a coger algo de frutilla. Antes de que lleguen los de larga me voy al pabellón para ducharme tranquilamente y recoger el diploma.

Después de la duchita reconstituyente, lo que hubo en ese polideportivo no era un pinchito... Eso parecía un menú de boda. Jamón serrano, queso, chorizo, jamón york, empanadas de bonito, jamón y queso, carne... rosquillas, fruta, refrescos, ¡¡CAÑITAS!! y demás a tutti plen. Las mujeres que allí había animándonos a coger más, que teníamos cara de cansados. Sobre diez, un doce. Bravo!!!
Al final me fui más que satisfecho, con el lunarcillo de no poder hacer la larga por despiste mío, pero muy muy contento, aun no teniendo figurita de recuerdo... (A ver si para la edición del 2013)
Solo me queda animar a los miembros de la Peña Cicloturista Tea-Sestelo a seguir así, para que esta marcha sea un referente en el calendario. Es increible como se vuelcan en ella, cada poco te están pasando motos con mecánicos, con ruedas por si pinchas, gente en todos los cruces (y mira que hay por estas carreteras de Dios), y siempre atentos. De verdad, desde estas líneas, mi más sincera felicitación por la labor que han hecho.
Se me olvidaba decir, que en esta edición el homenajeado fue Chechu Rubiera, con el cual tuve ocasión de cruzar un saludo. La verdad es que no parece el mismo viéndole por la tele que en vivo. Un placer compartir pelotón con el mejor gregario de todos los tiempo.
Nos vemos el 7 de Julio del 2013.

1 comentario:

  1. Muy buena crónica. Puedes ver la nuestra:

    http://terrasdepontevedra.wordpress.com/2012/07/09/clasica-alvaro-pino-2012-8-de-xullo-de-2012-101-kms/

    ResponderEliminar

E dis de subir ata alá arriba?
E ti sei que me fodes!