Urticaria a frigore o alergia al frío

Antes de nada, decir que ni soy médico, ni sanitario ni tengo nada que ver con la rama de la medicina, tan solo que estoy casado con una médica, pero nada más (que ya es bastante).

Quiero empezar la serie de artículos de salud con una... llamémosle enfermad bastante rara o atípica, se trata de la Urticaria a frigore.

¿En que consiste? Pues es ni más ni menos que alergia o intolerancia al frío, vamos una jodienda hablando castizamente.

Puede aparecer en cualquier momento de nuestra vida, siendo más normal que lo haga en la infancia o en la adolescencia, y se caracteriza por la aparición de picores, eritemas (cuando se pone la piel roja), lesiones habonosas o ronchas y/o hinchazón de la parte más expuesta al frío.

Lo peor de todo esto es que no se conocen las causas que la producen, por lo que el tratamiento suele ser muy decepcionante y la cura hasta ahora no se conoce, tan solo medicamentos que producen un alivio sintomático; vamos, que pica un poco menos pero nada más.

¿Qué porqué hablo de esto en un blog de altimetrías y cicloturismo? Pues porque al ciclista que padezca esta rara enfermedad, los cambios bruscos de temperatura a los que estamos tantas veces expuestos le van a hacer sentirse mal.

Lo peor es esos días en los que se sale temprano y hace fresquito, que cualquier ciclista, si prevé que después va a hacer calor, sale de corto sin más, pero al afectado por esta intolerancia al frío puede suponerle un serio problema, por lo que decide abrigarse un poco, y tener la menor parte de su cuerpo expuesto al aire. El ciclista normal, cuando van llegando las últimas horas de la mañana y el calor aprieta irá cómodo en cuanto a la vestimenta, pero el ciclista con intolerancia al frío, que salió abrigadito por la mañana a hacer esa ruta de montaña, que salió a las 8:30 a 12 grados, ahora, a las 13:30 se encuentra subiendo el tercer puerto de su ruta a 30 grados y vestido de largo, sin coche de apoyo donde cambiarse o dejar parte de su indumentaria. La incomodidad es enorme.

También puede darse al revés, que salga de tarde, a una temperatura elevada, de corto, pero el regreso hacia casa se produzca ya en horas donde el sol está bajo y ya no pega con fuerza. Ahora le ha pillado con el culote corto y el maillot de manga corta. Piernas y brazos empiezan a ponerse rojos y a picar. La sensación no puede ser más desagradable. No os quiero contar si en medio de la ruta se levanta aire frío o llueve y el ciclista acaba mojado.

Para las personas con este trastorno, muchas cosas que para otra cualquiera pueda ser de lo más placentera, como un chapuzón en el mar o en un río, o pasar una noche de acampada, se convierta en un duro castigo.

¿Qué hacer para evitar problemas serios? Pues lo primero ir a ver a un especialista. Un dermatólogo puede hacernos un balance de la situación y aconsejarnos. A todo el mundo no le afecta por igual, habiendo personas a las que tan solo se les queda en la aparición de pequeñas ronchas o leves picores, pero a personas que les afecte más, puede llegarles a provocar un shock anafiláctico. Como veis no es broma y no es para tomárselo a la ligera.

El tomar antihistamínicos como la cetirizina, alivia mucho los síntomas, pero no cura. Por ejemplo, a una persona que el frío le produzca hinchazón y fuertes picores, puede dejarlo en un simple enrojecimiento de la zona expuesta al frío, pero si tu estás leyendo esto y te sientes identificado con lo que aquí has leído, no se te ocurra tomar antihistamínicos sin más porque lo he puesto yo aquí. Vete primero a tu médico de cabecera, que te haga un estudio y si lo cree conveniente que te derive al dermatólogo, ellos son los que saben como va esto (más o menos, ya he dicho que el origen de todo esto es desconocido y de momento no tiene cura), y te podrán aconsejar mejor.